Tradicional Bebida: Auge del «Carrulim» en San Pedro
El mercado municipal de San Pedro de Ycuamandyyú ha experimentado un notorio auge en las ventas de la tradicional bebida en esta temporada, marcando un renacimiento de la demanda tras años difíciles. Cerca del mercado, los vendedores señalan un crecimiento considerable en las ventas de la bebida debido en comparación con años anteriores, afectados por la crisis de la pandemia.
Revitalización de la Tradicional Bebida
Desde tempranas horas, los vendedores de remedios yuyos han atraído a una multitud de clientes ansiosos por adquirir las pequeñas botellas de la afamada bebida. Estas botellas, preparadas cuidadosamente, están listas para la venta de la bebida que se consume en siete tragos. La afluencia masiva de clientes sugiere un aumento en la demanda, lo que beneficia tanto a los vendedores como a la propia tradición.
Una Antigua Práctica Cultural
La peculiar bebida, conocida como «carrulim», es una mezcla que incluye caña, ruda y limón. Según la tradición, se debe consumir el 01 de agosto para alejar las malas energías. Transmitida de generación en generación, esta costumbre arraigada en la cultura local ha ganado importancia más allá del mero simbolismo.
Relevancia Patrimonial
Mantener viva esta tradición cobra relevancia, especialmente desde que en 2019 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la Secretaría Nacional de Cultura. Esta distinción subraya la importancia histórica y cultural de la bebida y su arraigo en la comunidad. Para los trabajadores involucrados en su producción y venta, esta fecha ofrece una oportunidad valiosa para generar ingresos, reafirmando el vínculo entre tradición y sustento.
Resurgimiento de la Tradicional Bebida
El incremento en las ventas de la bebida no solo representa una reactivación económica para los vendedores, sino también una reconexión con las raíces culturales de la región. La comunidad se reúne en torno a esta costumbre ancestral, compartiendo no solo los siete tragos de la bebida, sino también un sentimiento de unidad y pertenencia. El resurgimiento de la demanda de esta tradición destaca cómo las prácticas culturales pueden persistir a través de desafíos, conectando el pasado y el presente de manera significativa.
